El poder de la palabra ~ Ejercicio

Autor: Eleonora Berkowicz

Nuestras palabras tienen poder y crean lo que decimos. Son conjuros poderosos. Seamos conscientes o no, atraemos lo que decimos. Si digo por ejemplo:

• No puedo tal cosa, lo que sucederá es que cuando lo intente no voy a poder.
• No sirvo para tal cosa
• No valgo
• Soy una tonta
• Nunca podré tener ese auto
• Eso es para los ricos
• Etc.

Nuestro inconsciente es inocente, es decir, no juzga nada como bueno o malo. Todo lo que decimos lo atraemos a través de nuestro inconsciente. Tenemos que ser conscientes de la forma en que nos hablamos a nosotras mismas y hablamos a los demás, ya que también influimos a otros si ellos creen en nuestra palabra, como los padres que, para los hijos, su palabra tiene autoridad, por lo tanto, son una gran influencia.

Ejemplos:

• No tienes talento
• Eres burra
• Eres mala
• Siempre te portas mal
• Eres igual a tu padre
• Esa carrera no es para ti
• Con la música no llegaras a ningún lado
• Etc.

Esos son conjuros que los padres lanzan contra sus hijos y les crean una limitación inconsciente muy poderosa. Les propongo un muy buen ejercicio para deshacer esos conjuros y programaciones inconscientes:

➡ Crear una frase de lo que realmente deseas para ti. Tiene que ser lo más breve y especifica posible. Puedes tomar frases ya hechas por otros autores de autoayuda como Louise Hay, Wayne Dyer, o cualquier otro que sea de tu agrado. O crear las tuyas con tus palabras, lo cual es más recomendable ya que tendrá mayor influencia en ti.

➡ Luego debes repetir estas frases un mínimo de 21 veces por día, durante un mínimo de 21 días para que se grabe en tu subconsciente la nueva información.

➡ Después de ese tiempo, con que digas unas palabras clave de la frase, tendrá el mismo efecto que si dices la frase completa.

Ejemplos de frases:

• Todos los días desde todo punto de vista voy de mejor en mejor.
• Éxito y dinero me acompañan siempre.
• Todos los días soy más abundante en todos los aspectos de mi vida.

Les deseo mucho éxito con el ejercicio. Pónganlo en práctica, realmente funciona! 🙂

Con Amor: Eleonora Berkowicz